Hace mucho tiempo ya que no me animaba a escribir, tengo tiempo queriendolo hacer, desde hace más de un mes que he vivido emociones muy fuertes, que me he vuelto tan valiente, tan fuerte, tan decidida y sobre todo: tan feliz.
Pero el día de hoy, me llegó por completo y no pude evitar sentarme aquí a tomar de nuevo el lápiz y papel donde siempre me desahogo, hoy vivo una emoción muy fuerte y muy profunda...
Como arquitecta día con día, busco la oportunidad de dejar huella en cada casa o negocio que visito, en cada cliente con el que platico y escucho soñar, juro que es magia. Vivo en un mundo donde día a día conozco a personas logrando sus metas y objetivos, juro que es magia conocer mentes tan brillantes que buscan y sueñan una mejor calidad de vida o que al fin podrán realizar ese sueño de construir un negocio. Agradezco la oportunidad de ser quien interprete esos sueños y los convierta en realidad. Agradezco la huella que van dejando en mi.

El martes 25 de julio del 2017 conocí tequila, estando en Jalisco recibí una llamada en la cual me pedían asistir a una junta el día 28 de julio del 2017, sobre un proyecto en el que me explicarían en esa junta de que se trataba... Siempre acepto todos los proyectos, hago los levantamientos, no hay proyecto al que le diga que no, porque voy empezando y no estoy para "chiquiarme" pero este en lo particular me impactó, porque me pidieron el proyecto arquitectónico para una empresa destiladora.
Me preguntó el cliente "¿Te interesa?" y mi respuesta fue: "Acabo de viajar a Tequila y me enamoré de ese pueblo". Y el cliente me dijo: "Eres la persona indicada".
Ahora tengo sentimientos encontrados, por un lado estoy tan emocionada porque este proyecto representa mucho impacto en mi vida y me aterra el reto tan grande que se me ha puesto al frente.
Pero aquí voy, decidida y entregada. Y donde Dios quiera que vaya iré como el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario